
NATURALEZA INTACTA

Acompañada por mi cámara, visité por primera vez el Monte del Pilar a poco de mudarme a Majadahonda, Madrid, desde Buenos Aires, Argentina. Su espesura y configuración, la calidad y variedad de sus árboles, en fin, todo su entorno me causó inmediatamente una sensación de libertad y bienestar.
El Monte, que alguna vez fuera parte de los cotos de caza del Rey Felipe II, fue declarado Parque Forestal en virtud de un Plan Especial que reglamentó su utilización sostenible y las medidas de conservación de su biodiversidad. Cuenta con un hospital de fauna salvaje, senderos de plantas y hasta un rebaño de ovejas y cabras que contribuye a la limpieza y al desbroce de la masa forestal, reduciendo la posibilidad de incendios.
No menos importante es la función social del parque, con rutas para bicicletas y paseantes, y una serie de carteles informativos sobre la flora y la fauna, que contribuyen no solo al aprendizaje sobre estos temas sino también al goce de un entorno natural privilegiado.
La investigación acerca del Monte del Pilar, en tanto pulmón verde de la ciudad de Madrid, me ha llevado a visitar otros espacios naturales protegidos de la comunidad de Madrid, cercanos a centros urbanos y con características similares al Monte, en términos de sostenibilidad. El acceso a estos espacios, con fines recreativos, está creciendo rápidamente. Sin embargo, los recursos naturales no son ilimitados y es necesario preservarlos para futuras generaciones.
La importancia de estos espacios radica en una serie de funciones, entre las principales se encuentran: el cuidado y la protección de la biodiversidad natural, y la captura de al menos el 15% del carbono del planeta.
A través de estas imágenes he intentado reflejar la belleza de estos lugares y contribuir a crear consciencia acerca de nuestra responsabilidad con el medio ambiente y la importancia de una coexistencia armoniosa entre el entorno urbano y el mundo natural.














